Niña sufre terribles quemaduras en el rostro tras incendiarse el gel antibacterial con el que jugaba

En tiempos de pandemia es común que los hogares cuenten con desinfectantes para tratar de combatir al COVID-19. Sin embargo, muchos de ellos son inflamables y altamente peligrosos para los pequeños del hogar. Lamentablemente, una niña de seis años experimentó en carne propia lo dicho, pues sufrió una terrible quemadura que marcó su rostro al jugar con un gel antibacterial.

El terrible accidente ocurrió en Ohio, Estados Unidos, donde la menor Izabella Reaume estaba jugando con otros niños: su hermano mayor, su prima y un vecino, en el jardín delantero de su familia en la ciudad de Toledo.

Pese a que eran vigilados por una niñera, uno de los niños accionó un encendedor al mismo tiempo que presionó el recipiente con gel antibacterial, lo que provocó una fuerte llamarada que alcanzó el rostro de Izabella Reaume, produciéndole quemaduras de oreja a oreja en la parte inferior de la cara.

La menor fue llevada de urgencia al hospital, donde afortunadamente evitaron la necesidad de ponerle injertos de piel. Sin embargo, la pequeña Izabella no pudo mirarse en el espejo durante meses y todavía está aterrorizada de que sus compañeros de escuela vean sus cicatrices.

Su madre, Larrissa Schaffenberg, de 29 años, declaró que había dejado a los niños con una niñera mientras iba a trabajar, pero recibió una llamada de pánico 45 minutos después diciéndole que su hija se había quemado.

"Mi corazón se hundió y comencé a entrar en pánico, dejé el trabajo de inmediato y me dirigí a encontrarme con ellos en el hospital", dijo la mortificada madre. 

Izabella y los demás niños estaban jugando con el gel desinfectante de manos que encontraron y comenzaron a chorrear el líquido inflamable.

"Estaban jugando y chorreando (...) Uno de los hijos del vecino tenía un encendedor y lo encendió. Se prendió fuego y atrapó el rostro de Izabella", dijo la madre.

"Cuando llegamos al hospital, la cargué en mis brazos. Cuando vi lo que le había pasado a su rostro, me quedé desolada. Mi hermosa niña, ¿cómo le pudo haber pasado esto?", se lamenta la joven madre.

Tras salir del hospital, Larrissa tiene que limpiar las heridas de su hija dos veces al día, volver a aplicar la gasa y asegurarse de que use una prenda de presión en la cara durante 23 horas al día.

"Con suerte, la prenda de presión ayudará a presionar y aplanar las cicatrices de Izabella para que su rostro sane lo mejor que pueda. Es posible que tenga que usar esto durante los próximos años, solo depende de qué tan rápido se repare su pequeño cuerpo", contó la madre de la niña.

“No necesita injertos de piel, lo cual es una suerte. Sus cicatrices han recorrido un largo camino hasta ahora, ahora todas se han cerrado. Al principio, estaban abiertos y se filtraban constantemente", compartió.

"Es desgarrador, mi niña piensa que ahora es fea. Tengo que decirle todos los días que ella es hermosa y que no tienes que verte igual que todos los demás para ser hermosa, pero muchas veces ella no me cree".

"Algunos días son mejores que otros, un día intentará ignorar las cicatrices, y al día siguiente estará muy alterada y pensará que es horrible de nuevo", dijo.

La madre contó que la educación en línea debido al Covid-19 fue un alivio para su hija, quien mantiene su cámara web apagada para que sus compañeros de clase no puedan verla.

"Estoy tan sorprendida de que el desinfectante de manos pueda causar tanto daño, no sabía que podría explotar así. Ha sido tan traumático para Izabella, me siento terrible que le haya pasado esto".

"Ella ha demostrado que es una niña tan fuerte y sé que al final estará bien, a medida que pasa el tiempo, las cosas se vuelven un poco más fáciles", finalizó la angustiada madre de Izabella.

DBO