Un acto de humanidad

"Ese ABRAZO fue su salvavidas": La historia detrás de Luna Reyes y el inmigrante en Ceuta (VIDEO)

El acto humanitario encendió la polémica entre la extrema derecha que rechaza a los migrantes africanos y la población que los recibe con brazos abierto, como el caso de esta voluntaria
jueves, 20 de mayo de 2021 · 14:57

En las últimas semanas más de 8 mil migrantes han llegado a Ceuta, España, de forma irregular en las últimas 48 horas, entre ellos mil 500 menores. Algunos recibieron ayuda humanitaria, entre ellos, un joven Senegalés que recibió un abrazo de una voluntaria de la Cruz Roja.

El abrazo de esta voluntaria de Cruz Roja, Luna Reyes con un joven migrante que logró cruzar uno de los espigones fronterizos hasta la playa del Tarajal de Ceuta, ha dado la vuelta al mundo en una de las fotografías que más sonarán este 2021. 

No obstante, la derecha española ha obligado a desplegar al Ejército, ha devuelto a más de 5 mil 600 personas a Marruecos, además de haber pedido a la Unión Europea que intervenga en el conflicto diplomático.

Por su parte, la voluntaria Luna Reyes, es una joven de 20 años. Su madre es de Ceuta, pero su familia vive en Móstoles (Madrid). Se encuentra en la ciudad autónoma desde marzo, donde realiza sus prácticas con esta ONG para terminar sus estudios del grado superior de integración social.

Vive en un piso compartido con sus compañeras de estudio: Noelia, Marina y Lucía. Las cuatro están impactadas. “No estábamos preparadas para ver algo así”, asegura.

Luna se sintió culpable por no haber podido evitar que el joven subsahariano fuera devuelto al otro lado de la frontera. No le dio tiempo de saber si el joven al que abrazó, estaba en situación de especial vulnerabilidad. 

La joven relata que no tuvo tiempo ni de preguntar su nombre, solo supo que venía de Senegal.  Lo vio llorar como un niño agarrado de la mano de su amigo, que aparentemente estaba inconsciente.

“Lloraba, le tendí la mano y me abrazó”, describe el momento. “Se pegó a mí como una lapa. Ese abrazo fue su salvavidas”, dijo en entrevista para la televisión española.

“Me hablaba en francés y enumeraba con los dedos de la mano. Yo no entendía nada, pero estoy convencida de que estaba enumerando los amigos que ha perdido en el camino” dijo Luna. “Lloraba, se le caía la baba todo el rato, antes de abrazarme se estaba apedreando la cabeza. Se quería matar”, asegura. "Sé que era de Senegal y tengo grabada su mirada perdida. Tenía los ojos muy rojos". 

Luna se encuentra abrumada por las reacciones de su gesto, pues muchos la han criticado por ayudar a una persona negra, alegando que la joven tenía intereses sexuales en el migrante o que estaba traicionando a su patria al ayudar a alguien de un "país tercermundista".

“Se nota que te gustan las pollas grandes”, “qué harías si te quedas sola con cuatro de ellos, seguro que te violan” o “nos lo venden como un gesto de humanidad, pero él solo quiere papeles” dicen las críticas.

“En las redes han visto que mi novio es negro, no paran de insultarme y me dicen cosas horribles con comentarios racistas”, dice.

24 horas después del abrazo, Luna ha pedido públicamente en sus redes sociales que dejen de mandarle mensajes. Quiere tiempo para reconciliarse con toda la impotencia que tiene dentro. No puede con la culpa que le causa haber visto a un hombre que le pidió su ayuda, ser despojado y devuelto a su país a través de la violencia y ni si quiera saber saber nombre. "Merecía más de un abrazo", asegura. 

Sin embargo en las últimas horas una campaña en redes con el hashtag #OrgulloLuna y #GraciasLuna trata de contrarrestar las manifestaciones xenófobas y machistas.  

mgm