Papa Francisco
Muerte del Papa Francisco: Esta es la MILLONARIA deuda que dejó y podría hacer quebrar al Vaticano
A pesar de sus esfuerzos por saldar cuentas, el Papa Francisco dejó atras una una millonaria deuda que, según expertos, amenaza con comprometer la estabilidad financiera del Vaticano
El mundo católico despide al Papa Francisco, fallecido recientemente tras más de una década de pontificado marcada por reformas, mensajes de inclusión y una lucha constante por modernizar una Iglesia en crisis. Sin embargo, mientras los fieles elevan oraciones, en los pasillos del Vaticano resuena un tema menos simbólico y mucho más urgente, tratándose de la millonaria deuda que dejó y los podría hacer quebrar.
A pesar de sus esfuerzos por saldar cuentas, el Papa Francisco dejó atras una una millonaria deuda que, según expertos, amenaza con comprometer la estabilidad financiera del Vaticano si no se toman medidas drásticas. En su última etapa, Francisco advirtió con claridad que la Iglesia no podía seguir ignorando un problema que calificó de "estructural y progresivo".
La millonaria deuda que dejó el papa Francisco y podría hacer quebrar al Vaticano
Una preocupación constante del Vaticano es el déficit cero no puede ser solo un ideal y, es que en una de sus últimas cartas dirigidas al Colegio Cardenalicio, el Papa Francisco fue contundente:
Los recursos económicos de la Iglesia son limitados y deben gestionarse con rigor y seriedad para que no se desperdicien los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede.
El Papa Francisco apeló al principio de corresponsabilidad, pidiendo austeridad, eficiencia y colaboración entre los distintos organismos vaticanos. Su objetivo: transformar el “déficit cero” en una meta alcanzable, no en una utopía económica, situación que dejó una millonaria deuda y que podría hacer quebrar al Vaticano.
Según datos anticipados por el diario La Republica, el balance económico de 2023 cerró con un déficit operativo de 83 millones de euros, cinco más que el año anterior. Una cifra alarmante si se considera que, pese a una leve recuperación en las donaciones, los ingresos de la Santa Sede no alcanzan para sostener la estructura actual.
La muerte del Papa Francisco no solo deja un vacío espiritual. También expone con crudeza la crisis económica del Vaticano y el enorme desafío que representa equilibrar fe, misión y finanzas en el siglo XXI. La reforma pendiente ya no es solo doctrinal que ahora es financiera.
