Vaticano
El tesoro que el Papa Francisco regaló en su visita a México y se oculta en la Catedral Metropolitan
Un valioso recuerdo de la visita papal permanece resguardado en el corazón de la Ciudad de México. La Catedral guarda un objeto simbólico que conecta con el legado espiritual dejado por el pontífice.Durante su visita a México en 2016, el Papa Francisco regaló un objeto muy especial que hoy se conserva como un tesoro dentro de la Catedral Metropolitana. Aunque permanece oculta a simple vista, este gesto dejó una profunda huella en la comunidad católica del país. El tesoro que Francisco regaló simboliza el vínculo espiritual que forjó con el pueblo mexicano en aquellos días tan significativos.
La visita del Papa Francisco a México marcó un momento inolvidable, no solo por los encuentros con miles de fieles, sino por el legado que dejó tras de sí. La Catedral Metropolitana resguarda este recuerdo con gran cuidado, convirtiéndose en un lugar de especial importancia para quienes desean conectar con aquel episodio. Aunque no todos lo conocen, el tesoro permanece allí, oculto pero lleno de significado.

Este es el tesoro que el Papa Francisco regaló en su visita a México en 2016
Durante su visita a México en 2016, el Papa Francisco regaló un tesoro simbólico que hoy permanece resguardado en la Catedral Metropolitana. Este gesto, lleno de significado espiritual, ha sido descrito por la Arquidiócesis Primada como una forma de mantener viva la presencia del pontífice entre los fieles mexicanos. Aunque a simple vista pueda parecer discreto, el valor de lo que regaló trasciende lo material.
El tesoro que el Papa Francisco regaló consta de dos piezas especiales: un solideo blanco y una medalla conmemorativa. El solideo, parte tradicional de la vestimenta papal, representa la autoridad espiritual del líder de la Iglesia. En tanto, la medalla fue diseñada exclusivamente para conmemorar su visita a México, reafirmando los lazos de fe que lo unieron con la nación durante aquel emotivo recorrido.
Ambos objetos se encuentran actualmente exhibidos en el Altar de los Reyes, uno de los espacios más emblemáticos de la Catedral Metropolitana. Aunque no todos conocen su historia, este tesoro se oculta a plena vista y permite a los visitantes acercarse al legado del Papa Francisco desde un lugar de recogimiento y devoción.
Con este regalo, el Papa Francisco quiso dejar una huella permanente en el corazón de México. La intención de su gesto fue permanecer simbólicamente junto al pueblo, aún después de su partida. Hoy, ese detalle especial no solo enriquece el patrimonio religioso de la Catedral, sino que también conecta a los fieles con un momento trascendental de la historia reciente.