La aterradora profecía sobre el fin del mundo por la elección del sucesor del Papa Francisco

La muerte del Papa Francisco no solo sacudió al Vaticano y al mundo católico, sino que avivó una aterradora profecía sobre el fin del mundo por la elección del sucesor. De acuerdo con interpretaciones del astrólogo francés Michel de Nostradamus, el sucesor del pontífice argentino podría encarnar la figura de alguien no muy grato para el futuro de la humanidad.

En los días siguientes a la muerte del Papa Francisco, que falleció en la Casa Santa Marta a causa de una grave neumonía bilateral, seguidores del ocultismo volvieron a fijar su atención en una de las aterradoras profecías más discutidas de Nostradamus. En ella, el francés habla de la muerte de un "papa viejo" seguida de la llegada de un nuevo líder joven y de "tez oscura".

¿Quién será el próximo Papa tras la muerte de Francisco? 

Actualmente, 133 cardenales tienen derecho a voto en el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco. De ellos, 33 provienen del continente africano, y 23 fueron nombrados directamente por Francisco. Esta representación ha cobrado un nuevo significado ante las aterradoras profecías de Nostradamus sobre el fin del mundo, que algunos aseguran se están cumpliendo paso a paso.

Uno de los nombres que resuenan con más fuerza es el del cardenal Peter Turkson, de Ghana, conocido por su carisma, formación académica sólida y su cercanía con las causas sociales promovidas por Francisco. Aunque el favoritismo por un papa africano ha sido tema de especulación durante años, la actual coyuntura ofrece un terreno fértil para que esa posibilidad se materialice.

Y es aquí donde la aterradora profecía cobra su tono más oscuro: el llamado “Papa Negro” no solo representaría una revolución en términos eclesiásticos, sino que, según los más fatalistas, sería el último pontífice antes de una gran calamidad mundial.

Más allá de las profecías, lo cierto es que la Iglesia católica enfrenta uno de sus momentos más decisivos en las últimas décadas. La elección del próximo Papa no solo marcará el rumbo espiritual de millones de fieles, sino que también tendrá repercusiones geopolíticas profundas.