Vaticano
La conmovedora historia de José Bergoglio, hombre que tuvo al Papa Francisco como su padre postizo
José Bergoglio, sobrino del Papa Francisco, revela la profunda relación que tuvo con él, marcada por el amor y la guía paternal.La conmovedora historia de José Bergoglio, sobrino del Papa Francisco, ha salido a la luz tras el fallecimiento del pontífice el pasado 21 de abril a los 88 años. Para millones fue Francisco, el líder de la Iglesia Católica, pero para José siempre fue simplemente Jorge: su tío, su consejero y, sobre todo, su padre postizo. La muerte del Papa causó pesar en todo el mundo, pero especialmente en su familia argentina, a la que nunca logró visitar como sumo pontífice.
José Bergoglio, de 42 años, creció bajo el cuidado y cariño de su tío Jorge Mario, el Papa Francisco, después de que su padre los abandonara siendo él apenas un bebé. “Mi padre nos abandonó cuando yo tenía seis meses y encontré en Jorge y en mi tío Alberto esa figura paterna. Jorge Mario era mi tío y mi guía espiritual. Era un hombre de puro corazón y pura vocación”, recordó en una entrevista reciente.

El vínculo entre ellos fue profundo y constante. A pesar de la distancia y los deberes del Papa Francisco mantenía una relación cercana con los suyos. “Él era esa persona a la que acudías si necesitabas un consejo, pero también era esa persona a la que acudías cuando querías divertirte”, dijo José Bergoglio, al recordar las llamadas dominicales que hacía su tío a su madre, a quien consideraba fundamental mantener en contacto.
Aunque la comunicación con José no era directa todo el tiempo, el Papa encontraba la manera de estar presente. “Yo me comunicaba con él a través de uno de sus secretarios, ya fuera por correo o por WhatsApp. […] Era un hombre muy cercano, que nunca permitió que la distancia se notara, porque trataba siempre de acompañarnos y de estar cerca”, contó, resaltando la calidez de su tío.
El anuncio de su muerte fue un golpe inesperado. “Ese 21 de abril fue un día de mucha consternación porque todos lo habíamos visto en la plaza de San Pedro el día anterior cerca de los fieles”, relató José Bergoglio. Él y su hermano fueron quienes tuvieron que darle la noticia a su madre, y aún están procesando la pérdida de un ser querido que también fue una figura pública de gran importancia.
Aun en la tristeza, José encuentra consuelo en la fe. “Lo veíamos sobreponerse de sus convalecencias y decíamos: ‘Tenemos Jorge para rato’. […] Yo vi esas imágenes y dije: ‘Tenemos Francisco para diez años más’”. Ahora, la familia del Papa Francisco lo recuerda no solo como el pontífice, sino como el hombre amoroso que dejó una huella imborrable en la vida de su sobrino, siendo más que un tío: un verdadero padre postizo.