Vaticano
La de historia Francisco Robles Ortega, cardenal mexicano que aspiraba a suceder al Papa Francisco
José Francisco Robles Ortega fue uno de los cardenales con mayor proyección durante el cónclave que eligió al nuevo Papa. Su participación destacó la presencia e importancia del liderazgo mexicano en la Iglesia Católica actual.Tras la muerte del Papa Francisco a los 88 años, se convocó un nuevo cónclave para elegir a su sucesor. Entre los candidatos destacó el cardenal mexicano José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, figura clave por su equilibrio entre la tradición y la cercanía pastoral. Su historia captó la atención internacional por ser uno de los latinoamericanos con posibilidad real de llegar al papado.
El proceso concluyó el 8 de mayo con la elección de un nuevo pontífice, Robert Prevost. La participación del cardenal mexicano José Francisco Robles Ortega marcó un momento importante para México en la historia de la Iglesia Católica. Su liderazgo y trayectoria reflejan la fortaleza del clero latinoamericano en la escena vaticana. A pesar de no haber sido elegido, su presencia en el cónclave reafirma su influencia dentro del Colegio Cardenalicio. Su papel seguirá siendo relevante en el rumbo pastoral de la Iglesia en los próximos años.

La de historia Francisco Robles Ortega, cardenal mexicano que aspiraba al papado
La historia del cardenal mexicano José Francisco Robles Ortega está marcada por una vida de vocación y servicio a la Iglesia. Nació el 2 de marzo de 1949 en Mascota, Jalisco, y creció en una familia numerosa como el tercero de 16 hermanos. Fue ordenado sacerdote en 1976 y más tarde se especializó en Teología Dogmática en Roma. Estos primeros pasos construyeron las bases de una carrera sólida y comprometida.
A lo largo de los años, Robles Ortega ha desempeñado cargos de creciente relevancia dentro de la Iglesia Católica. En 1991 fue nombrado Obispo Auxiliar de Toluca y, cinco años después, obispo titular. Su ascenso continuó con el nombramiento como Arzobispo de Monterrey en 2003 y, posteriormente, con su elevación al cardenalato por el Papa Benedicto XVI en 2007.
Desde 2011, ejerce como Arzobispo de Guadalajara, una de las arquidiócesis más importantes de México. Ha presidido la Conferencia del Episcopado Mexicano en dos periodos y participado en sínodos clave sobre evangelización y familia. Su voz ha tenido peso en temas sociales, doctrinales y pastorales, y ha colaborado con varios organismos pontificios. Esta trayectoria ha consolidado su perfil como un cardenal mexicano con liderazgo.
En el reciente cónclave convocado tras el fallecimiento del Papa Francisco, el nombre de José Francisco Robles Ortega figuró como posible sucesor. Su experiencia, formación y cercanía pastoral lo hicieron destacar entre los electores. Aunque no fue elegido como Papa, su historia dentro de la Iglesia es testimonio de compromiso, fe y visión universal. Su papel seguirá siendo relevante en el rumbo espiritual y social del catolicismo, tanto en México como a nivel internacional.