Tercera Guerra Mundial

Tercera Guerra Mundial: Este sería el terrorífico escenario para sobrevivientes de un ataque nuclear

Outrider, una organización educativa sobre el desarme, ha creado una herramienta que permite a cualquier persona ver qué ocurriría si un ataque nuclear explotara cerca de su ciudad
lunes, 30 de junio de 2025 · 11:01

La humanidad no ha olvidado el 6 y 9 de agosto de 1945, cuando dos bombas atómicas devastaron Hiroshima y Nagasaki, matando instantáneamente a más de 100 mil personas y dejando secuelas que todavía hoy marcan la historia. Ocho décadas después, la sombra de un nuevo ataque nuclear ha vuelto a cernirse sobre el mundo. Aunque los tratados internacionales han intentado controlar la proliferación de armas atómicas, más de 12.200 cabezas nucleares siguen activas en diversos países. Y ante la posibilidad de que suceda una Tercera Guerra Mundial se ha dado a conocer el terrorífico escenario para sobrevivientes de este suceso. 

Outrider, una organización educativa sobre el desarme, ha creado una herramienta que permite a cualquier persona ver qué ocurriría si un ataque nuclear explotara cerca de su ciudad. La simulación toma como base un artefacto de 1 megatón, aproximadamente 80 veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima, y muestra en tiempo real los efectos inmediatos y secundarios de la detonación.

¿Dónde hay que estar para sobrevivir?

El escenario que revela el el simulador es terrorífico para los sobrevivientes del ataque nuclear en una Tercera Guerra Mundial, pues la zona cero se convierte en un horno de 100 millones de grados, suficiente para vaporizar cualquier forma de vida humana en milésimas de segundo. En un radio de hasta 8 kilómetros, los vientos supersónicos de 756 km/h arrasan con edificios, infraestructura y cualquier posibilidad de supervivencia. Las personas expuestas sufren quemaduras de tercer grado que suelen ser fatales.

La supervivencia tras un ataque nuclear en una Tercera Guerra Mundial depende de factores tan variados como la altitud de la explosión, la hora del día, las condiciones meteorológicas, el tipo de terreno y la densidad urbana. Entre los 8 y los 11 kilómetros del epicentro, las quemaduras de primer grado y la ceguera temporal por el destello de la explosión afectan incluso a quienes no están en línea directa con el estallido. De hecho, de noche, la ceguera temporal puede darse hasta a 85 kilómetros de distancia. Una distancia suficiente para abarcar ciudades completas.

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La física puede calcular el radio del ataque nuclear en una Tercera Guerra Mundial, pero solo las decisiones políticas pueden evitar que eso se convierta en realidad. La diplomacia, los tratados multilaterales y la presión internacional siguen siendo las únicas herramientas eficaces para impedir una catástrofe de escala global. Como humanidad, tenemos la capacidad de imaginar, construir y crear. Pero también de destruir. El simulador nos hace mirar de frente esa posibilidad. No como un escenario terrorífico lejano para los sobrevivientes, sino como una urgencia que debe resolverse ahora, antes de que sea demasiado tarde.