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Adiós préstamos: SAT impone multa a las personas que presten su tarjeta de crédito en octubre
Las personas con tarjeta de crédito deben ser cuidadosas con prestarla, ya que esto les puede generar problemas fiscales con el SAT
En este mes de octubre se debe tener mucho cuidado con los préstamos, e incluso habrá quienes le tendrán que decir adiós a este tipo de prácticas tan comunes para evitar problemas fiscales, ya que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) impone multa a las personas que presten su tarjeta de crédito.
Las personas contribuyentes deben considerar que el SAT no impone una multa directa por el simple hecho de prestar una tarjeta de crédito. Sin embargo, esta práctica expone a caer en un grave problema conocido como Discrepancia Fiscal, el cual sí puede resultar en sanciones significativas.
La Discrepancia Fiscal ocurre cuando el SAT detecta que la suma total de los gastos es mayor a los ingresos que las personas contribuyentes declararon en un ejercicio fiscal. Al prestar la tarjeta de crédito, las compras que realice el tercero se registran a nombre del titular como si fueran sus gastos, y esto provoca que haya una irregularidad y exista el riesgo de alguna multa.
¿Cuál es la multa que impone el SAT al haber discrepancia fiscal por el préstamo de tarjeta de crédito?
Cuando el SAT detecta una Discrepancia Fiscal, si las personas contribuyentes no pueden justificar que el dinero con el que se pagaron las compras de la tarjeta de crédito proviene de una fuente legítima ya declarada, o que son ingresos exentos como préstamos formales o donativos, se cobrará el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por ese monto que considera "no declarado".
Una vez que se notifica el impuesto más actualizaciones y recargos, la multa que impone el SAT puede ser muy elevada, llegando a ser del 55% al 75% del monto de la contribución omitida. Si no se paga la sanción aplicada, la dependencia puede iniciar procedimientos de cobro que incluyen el embargo de bienes o cuentas bancarias.
Es así que las personas contribuyentes deben tener claro que el SAT no impone una multa por la acción de prestar la tarjeta de crédito, sino la omisión de impuestos que se deriva de la discrepancia fiscal que esa acción provoca en las finanzas ante la autoridad. La recomendación fiscal es decir adiós a los préstamos y cuidar los gastos para evitar un sobreendeudamiento.
