Ley seca

¡Nuevo reto a vencer! Vacuna Sputnik-V contra Covid-19 exige permanecer sobrio durante 56 días

La ley seca impuesta por las autoridades sanitarias antes, durante y después de la vacunación contra el Covid-19 ha irritado a los rusos en vísperas de las fiestas de Año Nuevo.
miércoles, 9 de diciembre de 2020 · 15:15

La buena noticia es que los rusos ya cuentan con una vacuna altamente efectiva contra el Covid-19; la mala es que deben permanecer sobrios durante 56 días, lo que ha provocado un gran disgusto en los pobladores de Rusia que son famosos por su gusto al vodka.

El pasado viernes, 4 de diciembre, Tatiana Gólikova, viceprimera ministra rusa, llamó a los interesados en recibir la vacuna Sputnik-V a mantenerse sobrios durante 42 días. Sin embargo, ahora las autoridades sanitarias aumentaron el tiempo en no probar ni una gota de alcohol a 56 días, lo que generó aún más disgusto entre la población.

"Dos semanas antes de la inmunidad con absoluta seguridad hay que dejar de consumir (alcohol). La formación de la inmunidad son 21 días entre las dos inyecciones y otros 21 después", para un total de 56 días en completa sobriedad, señaló la jefa sanitaria rusa, Anna Popova.

La especialista indicó que es de suma importancia reforzar su sistema inmunológico para que la vacuna sea efectiva, y una forma de lograrlo es no consumiendo bebidas alcohólicas.

"Si queremos que haya salud y autodefensa (inmune), hay que dejar que el organismo la forme. Por eso, ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso (tomar bebidas alcohólicas como el preciado vodka)", afirmó y agregó que en caso de sufrir síntomas de abstinencia, bastaba con acudir al médico.

La ley seca impuesta por las autoridades sanitarias antes, durante y después de la vacunación contra el Covid-19 ha irritado a los rusos en vísperas de las fiestas de Año Nuevo, tradicionalmente bañadas con vodka y champán.



El anuncio ha sido recibido como un shock por muchos rusos, más aún cuando Popova también ha recomendado a la población no salir de casa el fin de año para no propagar el coronavirus.

La medida va en línea con los hábitos sanos que promueve desde hace años el presidente ruso, Vladímir Putin, un gran aficionado al deporte que apenas consume alcohol en público.

La noticia coincidió con el inicio el pasado sábado de la campaña de vacunación contra el Covid-19 en Moscú y en vísperas del comienzo de la inoculación "a gran escala" de la Sputnik V en todo el país ordenada por Putin, que comenzará a finales de esta semana, inicialmente entre sanitarios y profesores.

Y, además, choca con la creencia tradicional de una mayoría de rusos, según las encuestas, sobre que el consumo de alcohol, en general, y de vodka, en particular, refuerza el sistema inmunológico.

Polémica en redes sociales

Aunque la vacunación es voluntaria y gratuita para los rusos, las redes sociales ardieron, primero con los 42 días y después con los 56 días de abstinencia forzosa.

Algunos usuarios consideraron imposible cumplir con la recomendación sanitaria, y se preguntan si los únicos segmentos de la población que recibirán la vacuna son los niños y los ancianos, los que menos beben.

Algunos encontraron signos de "rusofobia" en el hecho de que esta medida se haya anunciado justo antes de las fiestas navideñas, cuando el consumo de alcohol se dispara en los hogares rusos, y otros dudaron de que la vacuna sea segura y voluntaria para los empleados públicos o militares.



Los rusos, especialmente los moscovitas, no llevaron nada bien el confinamiento primaveral, por lo que la nueva medida ya ha agotado la paciencia de muchos ante la perspectiva de un inminente cierre, como en el caso de la segunda ciudad del país, San Petersburgo, donde se han disparado los contagios en las últimas semanas.

Una copita no hace daño

La realidad es que tampoco todos los especialistas coinciden con la severidad gubernamental, incluido Alexandr Guintsburg, director del Centro Gamaleya, que desarrolla la vacuna Sputnik-V.

"No hay que emborracharse en ningún caso, incluido durante el proceso de vacunación, ya que el alcohol influye negativamente no sólo en el comportamiento de la persona, sino también en el funcionamiento del sistema inmunológico, pero una copa de champán no hace daño a nadie", comentó.

No ocurre lo mismo con la bebida nacional. "Pero un vaso de vodka será (...) justo el 1 %" de alcohol en el organismo que repercute "muy negativamente" en la eficacia de la vacuna, apuntó.


Por ello recomendó no tomar alcohol tres días después de cada inyección de la vacuna, de la que son necesarias dos dosis.

El profesor de virología Alexandr Chepurnov destacó que la recomendación de no beber alcohol es habitual en caso de vacunación.

"No hay que abusar del alcohol. Pero beber champán incluso es bueno, ya que el buen humor no es menos importante para la inmunidad que la renuncia a sustancias nocivas", señaló.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha cifrado en un 43 % la reducción del consumo de bebidas como el vodka en Rusia entre 2003 y 2016, también cree que el consumo de alcohol es contraproducente ante el Covid-19.

 

DBO

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