VIDEO: Mujer destroza pieza de arte de Romero Britto por maltratar a sus empleados

La dueña de un restaurante en Miami, Estados Unidos se volvió viral en redes luego de acudir a la galería de arte del diseñador brasileño Romero Britto y romper frente al artista una de sus piezas valuada en cientos de dólares, esto por un supuesto maltrato del pintor a los empleados de la mujer cuando acudió a su local de comida.

La mujer se acercó al diseñador Romero Britto con actitud amable y con una pieza de arte en las manos, misma que su esposo le había comprado con motivo de su cumpleaños. Sin embargo, de un momento a otro comenzó a reclamarle al artista por haber acudido a un restaurante de su propiedad, sitio en donde "humilló" a los empleados.

ENFURECIDA REACCIÓN

“Señor Britto, buenas tardes. Yo soy la dueña del restaurante Tapelia, queda enfrente de su tienda. Mi esposo vino aquí y me compró esta obra de arte para mi cumpleaños”, explicó en un primer momento la protagonista del video.

“Yo lo tenía a usted en un pedestal y lo admiraba como artista. Lo tenía como un hombre respetable, pensaba yo, pero me equivoco”, continuó la mujer.

El diseñador Romero Britto no entendía qué pasaba, por lo que ofreció firmar la obra de arte que la clienta sostenía; sin embargo, ella se negó y continuó con su discurso.

“Usted ha ido a mi restaurante, usted ha reservado para veinte personas para desayunar a un precio de 8 dólares, que es barato ¡y encima nos pidió descuento! Humilló a mi personal, le pidió quitar la música, le pidió que no hablen porque sino usted no va a ir. Que no le vean la cara. Eso fue humillante”, sentenció la empresaria ante el impactado hombre.

Posteriormente, la mujer aseguró que el artista carecía de humildad y le exigió que nunca más volviera a su negocio a maltratar a sus empleados. Al mismo tiempo lanzó al suelo la pieza de arte sin que nadie pudiera hacer nada para detenerla.

“Yo le exijo que usted nunca más vaya a mi restaurante ni ofenda a mi personal. Yo lo respetaba como artista”, expresó la mujer ante el atónito diseñador Romero Britto que sólo observó cómo su obra quedó hecha trizas.