Universo desconocido
En octubre la Tierra podría tener una nueva Luna
Esta nueva luna podría ser un cohete lanzado desde las Tierra en los años 60, sino se trataría de un asteroide con características muy extrañasEn octubre, nuestro planeta podría capturar una miniluna, un pequeño satélite que se ha visto atraído por la gravedad terrestre que nos acompañará hasta mayo de 2021. Sin embargo este es un objeto que sus no encajan precisamente con las características de un satélite natural, sino con algo que dejamos atrás en 1966.
El objeto al que expertos han llamado 2020 SO se mantendrá en una órbita estable y a demasiada distancia de la Tierra como para caer sobre ella. El 2020 SO ha sido clasificado como un asteroide Apollo en la base de datos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Este objetos es un asteroide que cruzará su camino con el de la Tierra para proseguir su viaje en el universo desconocido al cabo de un tiempo. Sin embargo, hay algunas características que no encajan en este visitante. Su velocidad, por ejemplo, es demasiado baja para ser un asteroide Apollo natural.
Además de su inclinación que es demasiado baja también, y su excentricidad (la desviación de la forma de su órbita respecto a un círculo perfecto) es excesiva. Todos estos datos encajan más con la idea de que 2020 SO es un objeto artificial.
Los astrónomos creen que 2020 SO es la etapa de desecho del Atlas LV-3C Centaur D, el cohete que la NASA lanzó el 20 de septiembre de 1966 con la sonda Surveyor 2 a bordo. En 2020 nos parece normal la idea de un cohete reusable como los de SpaceX o Blue Origin, pero en los 60 los cohetes solo se usaban una vez. Sus diferentes etapas caían de vuelta a Tierra donde se consumían en la atmósfera o se perdían en el espacio.
Aparentemente, una de esas etapas ha regresado a la Tierra para decir hola a sus creadores. Las propiedades de 2020 SO encajan a la perfección con las de una etapa Centaur de 12 metros de largo. Esta nueva Luna artificial se podrá apreciar el 1 de diciembre (a 50.000 km) y la otra el 2 de febrero (a 220.000 km). Cuando haga este recorrido cerca de la órbita de la tierra es posible que los telescopios terrestres puedan captar su forma.