Día Mundial de la Alegría: Las mejores FRASES, imágenes y MEMES para celebrar este 1 de agosto

El día mundial de la alegría tiene su origen en Latinoamérica, cuando en 2010 el colombiano, Alfonso Becerra propuso darle valor y reconocimiento a lo que significa la alegría para la humanidad. Fue durante el Congreso de Gestión Cultural de Chile cuando fue visto con buenos ojos celebrar este día. A partir de ahí, cada 1 de Agosto es conmemorado el Día Mundial de la Alegría.

Primero comenzó en Sudamerica, cuando países como Chile, Brasil y Argentina, lo implantaron en sus calendarios. Poco tiempo después, todo el continente y a la postre el mundo, adoptaron esta festividad.

El fin de la creación de este día es agradecer a todas las personas que llenen de alegría tu vida, ya sea con un mensaje, una tarjeta, arreglos florales, lo que sea que signifique agradecimiento a las acciones de bondad que generan el bienestar. Resulta un día ideal para pasarlo en familia y con los amigos.

Las Mejores Frases y los memes del Día Mundial de la Alegría 

Para celebrar esta festividad nada como una buena dosis de risa, sabiduría y humor para hacer sentir a nuestro cerebro la inigualable sensación de estar alegre.

Y es que durante la historia, muchos filósofos y celebridades han utilizado la alegría como su mejor arma a la hora de crear sus obras.

"La alegría se encuentra en el fondo de las cosas, pero a cada uno le corresponde extraerla" (Marco Aurelio).

Un sentimiento primitivo como la alegría se puede expresar de muchas formas y es tan antiguo como las letras. Por ello grandes escritores y gobernantes dejaron frases únicas sobre este sentir.

"No existe nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor" (Charles Dickens)

Estas frases han trascendido el tiempo para seguir siendo una referencia histórica de un sentimiento humano que seguirá con nosotros hasta el fin.

Me percaté entonces de que la alegría es un estado del alma y no una cualidad de las cosas. Que las cosas en sí mismas no son alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos (Miguel Delibes).