Una de las mejores y más rápidas comidas de conseguir en México son los tacos; un alimento característico del país y que se antoja cualquier día y en cualquier momento de la semana.

Con la pandemia vinieron varias cosas que complicaron y cambiaron la vida como las conocíamos, pero si algo tomó popularidad en el momento más álgido de ello fueron los servicios a domicilio.

Con el encierro se hizo de lo más común el pedir tu comida favorita a través de alguna aplicación y que te la dejaran en la puerta de tu casa sin siquiera haber salido de ella. Es por eso que aquí combinaremos estas dos cosas para informarte de tres taquerías en la CDMX que pueden llevarte tu alimento hasta tu hogar gracias al servicio a domicilio.

El Tizoncito

Fundada en 1966, es una de las taquerías más antiguas de la CDMX, contando con el clásico taco al pastor, además de otros derivados, como lo son el pollo al pastor, pastor y gratinadas con queso, tacos dorados de pastor, o hasta nachos al pastor, cualquier combinación para satisfacer los paladares del cliente.

El Farolito

Si bien el taco al pastor es indispensable en las taquerías de la CDMX, hay demás sabores a probar, y para ello está "El Farolito", que cuenta con clásicos como bistec o chuleta, además de contar con sus famosas Faroladas, que son quesadillas y tacos, pero con pan arabe y queso manchego, carne de tu elección y frijoles charros.

Una excelente idea para pedir a domicilio si en tu familia son muchos, pues sus cazuelas rinden hasta para seis personas.

El Villamelón

Un clásico ya en la CDMX para visitar después de una noche de fiesta. Desde hace 60 años que este lugar se ubica al lado de la plaza de toros, volviéndose una de las taquerías más famosas de la ciudad.

Autoproclamados los creadores del taco campechano, el cual es una deliciosa combinación de cecina, longaniza y chicharrón a a que se puede agregar cebolla y chile verde.

Aunque con un menú corto, fuera de su especialidad se puede encontrar pollo, quesadillas o volcanes; y qué mejor que pedirlos a domicilio y evitar el comerlos parados, como es costumbre en el lugar.

JAP