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Las marcas de galletas que te ven la cara por tener más azúcar y sodio, alerta Profeco
El estudio de Profeco ha expuesto una práctica preocupante por parte de algunas marcas de galletas, quienes omiten la declaración de azúcares añadidos a pesar de utilizar ingredientes como jarabe invertido o jarabe de maíz de alta fructosa.En la edición de febrero de 2023 de “La revista del consumidor”, la Profeco reveló un análisis detallado titulado “Galletas Marías, saladas y de animalitos”. Este estudio expone las marcas de galletas que contienen niveles excesivos de azúcar y sodio, poniendo en riesgo la salud del consumidor. La investigación destaca la importancia de ser conscientes de los ingredientes en los productos que consumimos diariamente.
La Profeco analizó 48 productos en su estudio, incluyendo 18 galletas Marías, 18 galletas saladas, 9 galletas de animalitos y 3 supuestamente digestivas, entre el 21 de septiembre y el 15 de diciembre de 2022. Se realizaron 497 pruebas para evaluar la veracidad de la información proporcionada al consumidor, el aporte nutrimental y la calidad sanitaria de cada producto. Los productos fueron adquiridos entre el 21 de septiembre y el 31 de octubre de 2022, asegurando una evaluación completa y precisa de cada categoría.
El estudio de Profeco ha expuesto una práctica preocupante por parte de algunas marcas de galletas, quienes omiten la declaración de azúcares añadidos a pesar de utilizar ingredientes como jarabe invertido o jarabe de maíz de alta fructosa. Esta discrepancia entre la realidad de los ingredientes y la información en la tabla nutricional puede confundir a los consumidores, generando una falta de transparencia y confiabilidad en la información nutricional de estos productos:
- Cuétara, galletas saladas.
- Golden Hills, galletas saladas.
- Precissimo, galletas saladas.
El análisis reveló que las galletas presentaban altos niveles de azúcares, grasas y sodio, incumpliendo normas oficiales mexicanas. Además, se detectaron múltiples violaciones, como información engañosa sobre el contenido neto, grasas, aporte calórico y azúcares añadidos. Estas prácticas poco éticas son preocupantes, ya que las marcas se ostentan con características falsas que no reflejan la realidad de sus productos.