Psicología

¿Por qué mi hijo suda mucho cuando duerme?

Este fenómeno, aunque generalmente benigno, puede tener varias causas
domingo, 16 de junio de 2024 · 18:00

Es común que los padres se preocupen al notar que su hijo suda mucho cuando nuevo. Este fenómeno, aunque generalmente benigno, puede tener varias causas. La sudoración nocturna en niños, también conocida como hiperhidrosis nocturna, puede ser resultado de diversos factores que van desde el ambiente de la habitación hasta problemas de salud subyacentes.

La causa más frecuente de la sudoración nocturna en los niños es un ambiente de sueño inadecuado. Una habitación demasiado calurosa, ropa de cama excesivamente abrigada o pijamas de materiales no transpirables pueden provocar que el niño sude profusamente mientras duerme. Es importante asegurarse de que la habitación esté bien ventilada y que la temperatura sea adecuada para dormir, entre 18 y 21 grados Celsius, según los expertos en sueño infantil. Además, optar por pijamas y sábanas de algodón puede ayudar a regular la temperatura corporal de los hijos.

Esta es la razón por la que los niños sudan cuando duermen

Otra causa común de sudoración nocturna en niños es la etapa del sueño en la que se encuentran. Durante el sueño profundo o REM, es normal que el cuerpo regule la temperatura de manera diferente, lo que puede llevar a un aumento de la sudoración. Esto es parte del desarrollo natural y, en la mayoría de los casos, no debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, si la sudoración nocturna va acompañada de otros síntomas como fiebre, tos persistente o pérdida de peso, es recomendable consultar a un pediatra para descartar condiciones médicas como infecciones, apnea del sueño o problemas endocrinos.

La sudoración nocturna también puede ser una respuesta a ciertos factores emocionales. El estrés, la ansiedad o incluso las pesadillas pueden desencadenar una respuesta fisiológica en los niños que incluya sudar mientras duermen. En estos casos, es importante observar el bienestar emocional del niño y considerar estrategias de relajación antes de dormir, como leer un cuento tranquilo o practicar técnicas de respiración.

En conclusión, aunque la sudoración nocturna en niños es generalmente inofensiva y se debe a factores ambientales o al ciclo natural del sueño, siempre es prudente observar si hay otros síntomas que puedan indicar un problema de salud. Mantener un ambiente de sueño adecuado y estar atento a las necesidades emocionales del niño puede ayudar a reducir este fenómeno. Si las preocupaciones persisten, consultar a un profesional de la salud es la mejor manera de asegurar el bienestar de tu hijo.

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