¿Qué significa que una persona duerma mucho, según la ciencia?

Los trastornos del sueño son problemas relacionados con dormir, que abarcan desde dificultades para conciliar el sueño hasta conductas anormales durante el mismo. Entre ellos se incluye el dormir en exceso, una condición conocida como hipersomnia. Según la ciencia, esto puede manifestarse como una necesidad persistente de dormir largas horas tanto de día como de noche, afectando negativamente la calidad de vid de las personas y el funcionamiento diario de quien lo experimenta.

Existen más de 100 trastornos diferentes de sueño y vigilia (es decir dormir por la noche y estar despierto durante el día), agrupados en cuatro categorías principales según sus características específicas. Insomnio: Dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormido. Somnolencia diurna excesiva: Problemas para permanecer despierto durante el día. Problemas con el ritmo del sueño: Dificultades para mantener un horario regular de sueño. Conductas que interrumpen el sueño: Comportamientos anormales durante el sueño que afectan el descanso nocturno.

El hipersomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por una somnolencia diurna excesiva, donde las personas experimentan cansancio durante el día y tienen una propensión notable a quedarse dormidas en momentos inapropiados. Además de la necesidad de dormir mucho, esta condición puede estar asociada tanto a condiciones médicas subyacentes como a disfunciones neurológicas que afectan el control del ciclo sueño-vigilia.

Además, el hipersomnio puede ser desencadenado por diversas condiciones médicas como la fibromialgia y problemas de tiroides, así como el uso de medicamentos sedantes y enfermedades virales como la mononucleosis. Trastornos del sueño como la narcolepsia y la obesidad, que puede conducir a la apnea obstructiva del sueño, también son factores contribuyentes. Cuando la somnolencia diurna no tiene una causa identificable, se clasifica como hipersomnio idiopático.

Los problemas para mantener un horario regular de sueño pueden surgir cuando no se establece una rutina constante de descanso y vigilia. Esto es común en casos de viajes que implican cambios de zona horaria y en trabajadores con turnos rotativos, especialmente aquellos que trabajan de noche. Estos cambios pueden alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo, afectando la calidad y la regularidad del sueño.