Los 3 mejores suplementos para detener la caída del cabello en seco

La caída del cabello tiene un sinfín de explicaciones médicas. Especialistas afirman que la pérdida del cabello se puede presentar por estrés, enfermedades crónicas, quimioterapias y falta de nutrientes necesarios. Por lo tanto te vamos a contar sobre los alimentos que debes incorporar a tu dieta saludable para frenar esta situación.

Además los factores genéticos y el envejecimiento también tienen un rol en la caída del cabello, generando angustia en aquellos jóvenes que a temprana edad lucen con poco pelo y también en los adultos mayores apasionados por su melena. A estas situaciones no le podemos ser esquivos, pero se pueden retrasar manteniendo una dieta saludable. Y si preferimos, podemos optar por suplementos químicos, aunque pocos pueden dar garantía de sus efectos. Mientras que en último lugar, y más costoso, están los implantes de pelo.

Logrando una dieta saludable basada en carne, legumbre, nueces y semillas, estaremos aportando suplementos del zinc a nuestro cuerpo. Este elemento tiene un rol esencial en la caída del cabello porque colabora en la producción de proteínas para el pelo y otras células.

La ausencia de vitamina D también puede ser un factor que determinará la pérdida del cabello, por lo tanto es importante incorporarla en una dieta saludable. Los suplementos de dicha vitamina los venden en cualquier farmacia, pero lo recomendable es incorporarla de forma natural a través de pescado graso y leche fortificada. Además una gran fuente de Vitamina D, que también incide en el cuidado de la piel, es el sol. En consecuencia, exponerse conscientemente a los rayos solares ayudará a frenar el avance de la caída del cabello.

Por último, uno de los mejores suplementos es sumar biotina a una dieta saludable debido a que colabora a convertir algunas células en energía, estimula la creación de queratina y aumenta el crecimiento de folículos. En consecuencia, incorporar biotina incidirá en la caída del cabello. El detalle pasa por su almacenamiento, ya que no se produce en el cuerpo, sino que se encuentra en las yemas de huevo, alimentos integrales y carne.