En este país está prohibida la goma de mascar; ¿por qué?

Este país es conocido por tener algunas prohibiciones peculiares, y una de ellas es la prohibición del chicle. Desde hace varios años, el consumo y la venta de chicle están prohibidos en Singapur. Y por muy curioso que parezca al final los motivos no parecen tan descabellados, pese a que las multas son altísimas en caso de que las autoridades te vean en público mascando chicle. Las consecuencias si eres sorprendido con chicle en territorio singapurense son inesperadas, sobre todo para los turistas.

La prohibición del chicle en Singapur se implementó el 30 de diciembre de 1991. El Ministerio del Medio Ambiente (ENV) emitió un comunicado explicando que la basura de chicle estaba causando problemas en el sistema de trenes de tránsito rápido masivo MRT. En julio y agosto de 1991, la goma de mascar quedó atrapada entre las puertas del MRT, lo que provocó interrupciones en el servicio. Esto se convirtió en un problema recurrente, ya que la goma de mascar interfería con el cierre completo de las puertas y los pasajeros tenían que desembarcar antes de que el tren pudiera reanudar su movimiento normal.

Además de los problemas en el sistema de trenes, la eliminación descuidada de la goma de mascar usada también generaba problemas de limpieza en áreas públicas como cines y urbanizaciones. Esto se convirtió en un tema de preocupación, y en 1983, la Junta de Vivienda y Desarrollo (HDB) asignó fondos para limpiar el desorden causado por la basura de chicle. Sin embargo, estos problemas continuaron durante años, y finalmente, en 1992, después de las interrupciones recurrentes en el sistema de trenes, se tomó la decisión de implementar la prohibición definitiva del chicle.

¿Cuáles son las consecuencias por quebrantar esta regla y mascar chicle en Singapur?

Las consecuencias por quebrantar la prohibición del chicle en Singapur son severas. El gobierno impuso fuertes multas a quienes fueron sorprendidos vendiendo chicles, que oscilan entre 10,000 y 100,000 dólares singapurenses que van entre 12,000 hasta un millon 300 mil pesos mexicanos. ¡Esto es completamente real! Además de las multas, los infractores también podrían enfrentar hasta dos años de prisión. Para los individuos sorprendidos consumiendo chicle, las multas varían entre 6,285 y 12,570 pesos mexicanos en la primera infracción, y aumentan a 251,404 pesos mexicanos en infracciones posteriores. ¡Sorprendente!

Aunque la venta y el consumo de chicle están prohibidos en Singapur, existen algunas excepciones, pues la prohibición se levantó parcialmente en marzo de 2004, permitiendo la venta de chicles dentales y de nicotina. Esto fue resultado de las negociaciones de un tratado de libre comercio entre Singapur y Estados Unidos, donde la venta de chicles dentales se convirtió en un tema importante. Sin embargo el caso de las multas es el mismo cuando se trata de la prevención del deterioro del sistema de trenes y la limpieza de las calles. No por nada Singapur es uno de los países más limpios del mundo. 

Podemos decir que, Singapur ha prohibido el consumo y la venta de chicle debido a los problemas que este causaba y como sociedad, se han acostumbrado los últimos 30 años a dejar de consumirlo, con sus excepciones. Sin embargo, el incumplimiento de esta prohibición puede resultar en multas bastante significativas y, en casos graves, te llevarían a prisión. ¿Te atreverías a mascar chicle en tu viaje a Singapur? ¡No lo creo!