Salma Hayek habla sobre su cuerpo y el peso de la mirada ajena

La actriz Salma Hayek de 54 años es una de las artistas más solicitadas de todo Hollywood. La mexicana comenzó su carrera actoral desde muy pequeña con publicidades en los canales locales de su región y luego consiguió protagonizar la telenovela Teresa con la que saltó a la fama. 

Salma es muy popular en las redes sociales y ya acumula un fandom virtual de más de 18 millones de seguidores. Esta semana la actriz hizo un nuevo challenge al ritmo de Britney Spears para promocionar su última película llamada Hitman’s Wife Bodyguard la cual protagoniza junto con Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds.

Pero son muchos los proyectos que Salma encaró para este año y ya terminó de rodar la cinta House of Gucci, donde se puso en la piel de Giuseppina Auriemma, una de las mejores amigas de Patrizia Reggiani, la esposa y asesina de Maurizio Gucci que será interpretada por Lady Gaga.

El desafío que enfrenta Salma Hayek por estos días

Para interpretar este papel Salma Hayek tuvo que subir de peso pero ahora se encuentra ante el desafío de bajar esos kilos de más y le está costando mucho. Así lo explicó ante la prensa: “Ni siquiera habían terminado las fiestas de fin de año y yo ya estaba pidiendo que me trajeran túnicas sueltas”.

“Perdí muy poco peso hasta ahora, entonces empiezas a pensar: ‘wow, wow’, se gana tan rápido pero se tarda mucho tiempo en perderlo”, explicó la actriz que se encuentra radicada en Londres desde hace tiempo con su esposo y la hija que tienen en común, Valentina.

El peso de la mirada ajena sobre el cuerpo de Salma Hayek

También Salma opinó sobre el peso de la mirada ajena sobre su cuerpo y dijo: "Es lo que se espera de una mujer que la gente considera que se ve bien. A medida que envejeces, se espera que no se note. Teniendo en cuenta la presión y el juicio que le he puesto, mi cuerpo ha sido increíblemente generoso”.

“No creo ser hoy un burrito caliente, pero sé que para mi edad y para el estilo de vida que he llevado, tan mal no me va. Y todo lo bueno se lo atribuyo a la meditación. Al hacerlo experimentas una ligereza en tu cuerpo que es realmente deliciosa y satisfactoria. Con la respiración y el ir hacia adentro, exploras tu cuerpo de una manera diferente, y aprendes a no volverte loco con las expectativas”, explicó Salma.