Así funciona la memoria de los perros

Las mascotas han sido el foco de distintos estudios, especialmente los perros. Es que estos amigables animales esconden miles de secretos y la comunidad científica ha intentado entender sus comportamientos, especialmente los vinculados a la memoria. Es un hecho decir -porque se ha comprobado- que los canes tienen memoria ya que cuentan con la capacidad de recordar a sus dueños, su hogar y los caminos para volver a casa.

La memoria forma parte del sistema adaptativo de cualquier animal y en el caso de los perros es fundamental para la supervivencia. En estas mascotas, encontramos la memoria a corto plazo o memoria del trabajo y la memoria a largo plazo. Y según expertos, la memoria a corto plazo tiene un máximo de 2 minutos, reteniendo así pequeñas cantidades de información durante un periodo de tiempo pequeño.

En consecuencia, esta memoria a corto plazo con la que cuentan los perros le resulta útil para recordar determinadas actividades de su vida cotidiana. Mientras que por otro lado, la memoria a largo plazo es la responsable de guardar los recuerdos más importantes para el perro, tales como el rostro de sus dueños y sus lugares preferidos de casa.

De acuerdo a especialistas, la memoria a largo plazo de los perros tiene una subdivisión. Por un lado encontraremos la memoria no declarativa o implícita cuya función se relaciona al recuerdo de hábitos, emociones y habilidades. Mientras que por el otro lado encontraremos a la memoria declarativa o explícita que recuerda hechos y proporciona una representación del mundo.

Además, una reciente investigación determinó que estas mascotas viven el día a día, sin pensar en el pasado ni en vagos recuerdos ya que no tienen esa capacidad. En consecuencia, la memoria asociativa de los perros  funciona de manera tal que relacionan circunstancias e imágenes del pasado con circunstancias del presente. Estas asociaciones permanecen en la memoria del perro para siempre.