Descubre el mejor lugar para colocar un ventilador, según la ciencia

El ventilador es el gran aliado que tenemos para lidiar con el calor que llegan con el verano. Según distintos datos, su utilización se incrementa notablemente durante el último mes de la primavera y las primeras semanas de altas temperaturas. Y para que su utilización sea efectiva, la ciencia analizó dónde se debe ubicar, logrando así que esta herramienta permita bajar un par de grados en casa.

El funcionamiento del ventilador no es algo de otro mundo ya que realiza un proceso termodinámico que parte de un esquema básico debido a que el aire impulsado pierde calor por pura convección. Acá, con los ventiladores de techo, el aire caliente sube por su menor densidad pero es empujado hacia abajo por la presión del aire más frío, mientras que con los ventiladores de pie pasa algo similar. Ese intercambio genera una corriente por convección, que es un proceso natural por el que el calor de un cuerpo se transfiere a otro de menor temperatura.

Y para que el aire que transcurre por las habitaciones no se envicie y sea caliente –agregando un obstáculo a los días de extremo calor-, la ciencia sostiene que no hay que colocarlo cerca del cuerpo humano ya que también provocará efectos secundarios no deseados como dolor muscular, sequedad en los labios y mucosa excesiva. Por lo que será fundamental garantizar el flujo de aire y evitar colocarlo en zonas esquinadas, posicionándolo preferentemente donde haya entrada y salida de aire.  

No es recomendable usar el ventilador en una habitación cerrada porque esto hará disipar el calor en exceso. Mientras que sí se sugiere colocarlo cerca de un aire acondicionado, permitiendo así absorber parte del aire que tira el aire acondicionado y empujarlo hacia donde nos ubicamos.

Por último, la ciencia sostiene que la utilización de humificadores o purificadores también será una buena herramienta en días de altas temperaturas. Por lo tanto, tener uno y colocarlo entre las personas y el ventilador hará que las partículas de agua se evaporen y absorban el calor por principio de convección.