Así puedes plantar y cuidar el bambú de la suerte

El bambú de la suerte es una de las plantas más codiciadas por la fortuna que trae para quien la exhibe en su jardín. Es por ello que cada vez son más las personas que se aventuran en el mundo de la jardinería para atraer la suerte a través de un cultivo simple y sencillo. Y si tenés en mente potenciar la belleza de tu parque con este ejemplar, te enseñaremos a plantarlo y cuidarlo para que el éxito esté de tu lado.

En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que el bambú de la suerte se suele encontrar en varios viveros e incluso algunos supermercados, pero es primordial que no elijas la primera planta que veas. Es que la seleccionada debe tener un color verde vivo y un aroma único. Esto último se debe a que plantas no tienen un olor específico, pero muchas veces pueden llegar a manifestarlo por un cuidado inadecuado. En consecuencia, si el bambú de la suerte tiene olor en su maceta, significa que probablemente se encuentre enfermo.

Una vez que seleccionamos la planta, pondremos énfasis es tareas vitales de jardinería. Sabemos que el bambú de la suerte puede mantenerse con vida tanto en sustratos de suelo como directamente en el agua, aunque cualquiera de sus caminos tendrá puntos a favor y puntos en contra. Entonces si tenemos al ejemplar en maceta, es importante que tenga un buen drenaje y que sea regada suavemente para evitar el encharcamiento. Mientras que si optamos por la opción del agua, será vital colocar algunas piedras para mantenerla firme, cambiando el líquido una vez a la semana.

En lo que respecta a la luz, el cultivo no debe tener una exposición directa a los rayos de sol porque estos podrán dañarlo. Además, el bambú de la suerte se destaca por ser un ejemplar adaptable al interior del hogar, aunque tampoco se deberá ubicar cerca de ventanas o en lugares donde entre sol.

Por otro lado, tener un bambú de la suerte en el jardín nos demandará llevar a cabo tareas de poda, con el fin de mantenerlo en óptimas condiciones. Por lo tanto, es esencial cortar las hojas que se ponen amarillas y conservar la parte más verde de la planta. Mientras que si el tallo principal crece más de la cuenta, podrás cortarlo para hacer un injerto del mismo ejemplar.