El día en que Leo Di Caprio y Nicolas Cage se disputaron en subasta un cráneo de Tiranosaurio robado

El filósofo contemporáneo Homero Simpson lo convirtió en una de sus tantas (y ya incontables) máximas, de esas que se repiten a lo largo y ancho de todo el mundo como parte de la sabiduría popular: "Tendrá todo el dinero del mundo, pero hay algo que jamás podrá comprar: un dinosaurio". Y lejos de animarnos a contradecirlo nosotros, un célebre actor de Hollywood sí lo hizo.

La módica suma de 276.000 dólares fue lo que desembolsó oportunamente el célebre artista para hacerse con el cráneo de un Tiranosaurio Rex, el predador más temido de la prehistoria; según hemos aprendido de los manuales y del universo de Jurassic Park y Jurassic World. ¡Todo para luego enterarse de que su exótica adquisición en realidad había sido robada!.

Nicolas Cage (Leaving Las Vegas, Contracara, Con Air, Ghost Rider, entre otros) es el protagonista principal de este artículo. Y sus insólitas compras que lo llevaron a dilapidar su fortuna son los componentes. Entre sus más insólita adquisiciones, está ese cráneo que disputó hasta el final de la subasta con otra gran celebridad, Leo Di Caprio.

Cráneo de tiranosaurio 

Viajemos en el tiempo hasta el 2007. Con una fortuna valuada en 150 millones de dólares y otros "caprichos" ya resueltos, a Cage se le puso entre ceja y ceja algo que lo desvelaba: hacerse con el cráneo fosilizado de uno de los dinosaurios más famosos de los ya descubiertos.

La galería IM York Chait (Nueva York) fue el escenario de la subasta, y el fósil salió al remate con un precio base de 100.000 dólares. Tras varias ofertas y contraofertas, finalmente el preciado botín quedó en disputa entre Cage y Di Caprio, literalmente cabeza a cabeza. Y el galán de Titanic desistió cuando llegó la oferta final de Cage: 276.000 dólares.

Con una sonrisa de oreja a oreja, Cage recibió en sus manos el cráneo, el certificado de autenticidad y los papeles que -aparentemente- garantizaban que todo estaba dentro de los marcos de la legalidad. Pero... No era tan así.

Siete años después, en 2014, a una de las tantas casas de Nicolas Cage llegó una sorpresiva notificación de parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. De manera escrita, se le comunicaba al actor que su preciado tesoro comprado legalmente en la subasta correspondía a una pieza que había sido robada en Mongolia.

“Fue algo desafortunado, porque gasté 276.000 dólares en eso. Lo compré en una subasta legítima, y descubrí que fue extraído ilegalmente de Mongolia, y luego tuve que devolverlo. Por supuesto que debía entregarse a su país. ¿Pero quién sabía? Además, nunca recuperé mi dinero", recordó hace un tiempo Cage, quien no llegó a ser acusado de ningún cargo, puesto que compró legalmente la pieza.

¿¡15 mansiones!?

Es difícil de imaginar lo que podríamos llegar a hacer si dispusiéramos de la ya mencionada fortuna de 150 millones de dólares. Pero, de seguro, entre tantas alternativas no creo que se nos cruce por la cabeza adquirir 15 mansiones en distintos puntos del mundo. El detalle es que ninguno de nosotros es Nicolas Cage; y él lo hizo.

Una imponente casa frente al mar en Newport Beach (California), valuada en 25 millones de dólares; una finca de casi 16 millones de dólares en Rhode Island y una lujosa residencia de casi 9 millones de dólares en a siempre atrapante Las Vegas fueron algunas de las propiedades que Cage tuvo en su haber.

Como si con esto no fuera suficiente, en Inglaterra invirtió 10 millones de dólares para hacerse de un maravilloso castillo; mismo tipo de propiedad que adquirió en Alemania a cambio de casi 2,5 millones de dólares. No conforme con sus mansiones y castillos, dio un salto más y adquirió su propia isla en las Bahamas, inversión que le demandó 10 millones de billetes verdes.

Mascotas exóticas

A la fascinación por los fósiles prehistóricos, las mansiones, los castillos europeos y la isla caribeña; podríamos agregarle un nuevo ítem: mascotas extravagantes. Y es que Nicolas Cage adquirió dos cobras albinas por 270.000 dólares (casi el mismo monto que desembolsó por el fósil de Tiranosaurio). No conforme con ello, gastó luego 150.000 dólares... ¡En un pulpo!.