Diabetes: conoce los alimentos que aumentan peligrosamente los niveles de glucosa

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por un alto nivel de glucosa en sangre que si no se controla, podría traer graves consecuencias para el organismo. Es por eso que las personas diabéticas deben tener un estricto control sobre los alimentos, para que el azúcar en sangre no se dispare y afecte al organismo. En este contexto, te contaremos cuáles son las comidas que interfieren en la patología y elevan los índices de azúcar en sangre.

Es importante saber que expertos sugieren cuidar el índice glucémico, lo que determina la capacidad que tiene un alimento para incrementar la glucosa, siendo un componente de importancia en los pacientes con diabetes. La carga glucémica resulta ser el elemento fundamental para determinar si un alimento produce un rápido aumento de los niveles de glucemia o no. Por ejemplo, un producto puede tener un alto índice glucémico, pero el pico de glucemia no es alto. Esto es algo que se da en frutas.

Siguiendo esta línea, las personas que sufren diabetes deberán tener en cuenta dos aspectos centrales en lo que respecta a los alimentos: la glucosa y los carbohidratos que aportan. Es por ello que los recaudos deberán estar al máximo, especialmente porque los diabéticos no tienen prohibida la ingesta, pero sí tienen que medir la cantidad y calidad de productos.

Debido a sus características, existe un conjunto de alimentos que aumentarán peligrosamente los niveles de glucosa en sangre. Entre ellos, se destacan: azúcar, miel, fideos, pan, arroz, puré de papa, cereales azucarados, helados, harina de trigo refinada, galletas dulces, mermeladas y dulce de leche. Además es menester evitar los alimentos procesados como puré y batidos.

Aunque lo cierto también es que aquellos que sufren diabetes cuentan con alimentos que son beneficiosos para su tratamiento, ya que contienen nutrientes que disminuyen la glucosa. En consecuencia, los productos ideales para que los diabéticos incorporen a su dieta sana son aquellos que ofrecen combinación de proteínas como los quesos, carnes magras y productos lácteos; los que otorgan combinación de grasas propias de aceites vegetales; y aquellos que aportan fibra como la avena o cereales.