Esto es lo que debe durar tu siesta, según la ciencia

La siesta representa el descanso ideal para aquellas personas que comienzan su día bien temprano y lo finaliza en las últimas horas de la noche. En medio de esta maratónica jornada se hace esencial poner una pausa y dormir unos minutos para recuperar energías. Pero seguro no sabías cuánto debes dormir, por lo que la ciencia se tomó el trabajo de analizar miles de casos y te traemos la respuesta a ese interrogante.

Probablemente al despertarte de la siesta podrás sentirte renovado o cansado y esto se debe a que el tiempo que duermas repercute en la eficacia del descanso, según la doctora Sara Mednick, neurocientífica cognitiva e investigadora de la Universidad de California. Por lo tanto, será vital saber cuánto debemos dormir en este corto lapso y la ciencia nos dice que hay tres tiempos perfectos para obtener todas las ventajas físicas y mentales que ofrece la siesta.

Una siesta de 20 minutos mejora la memoria y relaja por completo el cuerpo. De esta forma, al despertarte te sentirás más ligero y con la energía cargada al 100%. La ciencia recomienda este tipo de descanso si durante la tarde te sientes somnolienta, para que al acostarte en la noche puedas conciliar el sueño con facilidad.

Dormir 60 minutos nos brindará un resultado reparador y nos permitirá conciliar un sueño profundo. Por ende, los beneficios son diferentes al primer tipo. El sistema inmunitario se verá favorecido y aumentará tus reservas de energía. Mientras que, según la ciencia, adaptar el cuerpo a este tipo de siesta es como aprender a andar en bicicleta, es decir, se requiere entrenamiento. Especialistas recomiendan intentar dormir a la misma hora para que tu organismo se acostumbre.

Finalmente, pocos son los afortunados que pueden dormir una siesta de 90 minutos. Descansar por una hora y media potenciará la memoria, la creatividad, las funciones perceptivas y los procesos cognitivos. Esta categoría de descanso no interfiere con el sueño nocturno, por lo que no deberás preocuparte por padecer insomnio por la noche. En este punto la ciencia pone reparo, ya que si se excede del tiempo sí podrá presentar drásticas consecuencias para la salud.